Greenpeace

Según la organización ecologista mundial Greenpeace, con sólo quemar un cuarto de las reservas de combustibles fósiles conocidas (en 1997), el clima quedaría definitivamente desestabilizado. Por tanto, no tiene sentido buscar nuevos yacimientos petrolíferos que destrocen nuevos terrenos salvajes y vírgenes. El fin de los combustibles fósiles depende de lo que se potencien las fuentes de energía limpias (energía solar, eólica…) por parte de los ciudadanos y de los gobernantes y del interés que se ponga en dejar el coche aparcado e ir andando, en bicicleta o en transporte público. Pensemos que un tercio de las emisiones totales de COV (Compuestos Orgánicos Volátiles), óxidos de nitrógeno y plomo, y más de dos tercios del monóxido de carbono proceden del sector del transporte (véase la obra «Ingeniería Ambiental» de Henry y Heinke). A eso hay que añadir sus emisiones de dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero.